Casa 8×8

Situación Barrio de San Julián, Sevilla
Superficie 150 m2
Año 2020

Arquitectos
Sol89. María González y Juanjo López de la Cruz

Colaboradores
Cristóbal Galocha, Elena González, Rosa Gallardo, arquitectos en Sol89; Mónica Bidoli, estudiante de arquitectura; Miguel Sibón, instalaciones

Arquitecto Técnico
Cristóbal Galocha

Promotor
Privado

Constructora
Meta 360 S.L.

Fotografía
Fernando Alda

Las crujías de la vivienda histórica popular de Sevilla apenas alcanzan los tres metros de anchura, debido a la longitud de la madera de rollizo o las pequeñas escuadrías con las que se solían forjar. Esta unidad de medida ofrece una escala doméstica reconocible que se repite en el magma continuo del tejido histórico de la ciudad. La escasa dimensión resultante de los espacios limitados por los muros no permite que la estancia y el recorrido convivan en una misma crujía, de ahí la galería, la escalera exterior y el patio como espacios de comunicación tradicional. El proyecto interviene en una de estas casas populares entre medianeras de 8 x 8 metros de planta, construida a partir de tres crujías perpendiculares a fachada y divididas a su vez en tres estancias, siendo una de ellas un patio centrado situado a la espalda.

La vivienda previa que encontramos, producto de una rehabilitación de hace unas décadas, ignoraba el patio y malgastaba el espacio al introducir un pasillo trasversal para dar acceso a diversas estancias. La intervención actual propone ahuecar toda la crujía central, introduciendo una escalera que desembarca en los ámbitos centrales de cada crujía lateral, reservados a los núcleos húmedos, restando las esquinas como lugares iluminados y ventilados por la calle y el patio. La escalera acaba por alcanzar la cubierta mediante un trazado continuo permitiendo la iluminación cenital desde la cota superior hasta el patio. El nuevo espacio central funciona como un gran lucernario que ilumina el corazón de la casa en el que se inserta la escalera metálica, apoyada sobre un basamento escalonado revestido con el mármol original recuperado de la demolición. Así el patio se incorpora a la casa al abrirse a este espacio central y surge una comunicación vertical que no precisa de pasillos para articular el damero de estancias que constituye la vivienda. Un segundo orden circulatorio alrededor de la escalera —en planta baja a través del patio y en primera mediante un pequeño estudio en fachada que conforma una ventana densa e interior hacia la escalera—, ofrece diversas combinaciones habitacionales que permitirán que esta casa modesta se adapte en el futuro a los cambios que están por venir en la vida de sus habitantes.

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