Edificio politécnico del CEU en el Campus del Príncipe
Arquitectos
Sol89. María González y Juanjo López de la Cruz
Colaboradores
Cristóbal Galocha, Jongjin Lee, Jaime Fernández, arquitectos en Sol89; Rigoberto Acevedo, estudiante de arquitectura
Promotor
Universidad CEU San Pablo

Los usos a desarrollar en el nuevo edificio conforman un programa cuya casi totalidad está destinada a dos grandes actividades, la docente y la departamental, restando otros usos complementarios en la actual Escuela Politécnica.
Entendemos esta condición diferenciada del programa como el argumento que permite definir la implantación del edificio, su ordenación funcional y su vinculación al Campus. Situamos el mundo departamental en la cota más baja de la parcela, a la cota de la plaza central del Campus. Aprovechamos la topografía natural de la parcela para establecer un basamento acodalado contra el terreno que permanece semienterrado y protegido de los aparcamientos. El basamento departamental, un cuadrado de 49 metros de lado de una sola planta, clarifica el entorno noreste del Campus, de modo que el resto de las construcciones y el ajardinamiento de especies autóctonas pivotan en torno a él. Imaginamos que este ámbito será un entorno vinculado a la investigación, a la mirada concentrada y a un cierto recogimiento, donde la construcción es cálida y masiva, complementada por la luz de patios y claristorios.
Sobre la plataforma departamental se dispone el nuevo edificio exclusivamente docente. Este volumen emergente funciona como un puente que conecta las dos cotas del campus, pudiendo acceder a él desde el basamento o, directamente, desde el actual edificio politécnico a través del paso elevado que penetra en él. Esta otra pieza es un edificio claro y preciso, de construcción más ligera, donde docentes y estudiantes se encuentra en espacios transparentes y cuya mirada lejana queda tamizada por una segunda piel térmica que matiza el soleamiento y sirve de soporte para la vegetación que surja en los patios que conectan las cotas altas y bajas. La cubierta se despliega propiciando una sección más generosa que capta la luz del norte y agranda la espacialidad de los talleres de proyectos, que reconoce el lugar del proyecto como un espacio de experimentación con personalidad propia.
