Oficina en el interior de una manzana
Arquitectos
Sol89. María González y Juanjo López de la Cruz
Colaboradores
Elena González y Rosa Gallardo, arquitecta; Miguel Sibón y Alejandro Cabanas, instalaciones; Fritz Josef Koch, cabinetmaker
Arquitecto Técnico
Cristóbal Galocha y José Luis Luque
Cliente
Privado
Constructora
Construcciones Antonio Luque Fernández SA
Fotografía
Fernando Alda

El tejido urbano del centro de Córdoba se compone de manzanas densas caladas por infinidad de patios que confieren a este lugar el carácter de un espacio nunca del todo conocido. Al adentrarnos en el interior de este parcelario encontramos una amalgama de construcciones de épocas diversas donde lleno y vacío se alternan dotando de luz, aire y privacidad al interior. Este territorio de luces y sombras queda articulado por toda la colección de espacios intermedios que nutren el acervo arquitectónico meridional. Adarves, zaguanes, pasajes, corredores, patios, galerías, solanas y, finalmente, el paisaje fragmentado de las cubiertas, componen una red de espacios vaciados que se intercalan en la densidad urbana dotando de continuidad al espacio público que acaba por adentrarse en el corazón edificado.
En este contexto hemos de proyectar la ampliación de unas oficinas situadas en una vivienda de tres plantas. La incorporación de tres nuevos locales de una propiedad vecina, dos en planta baja y uno en la planta superior, permite crecer desde el interior de la manzana. Creemos que la ampliación debe suceder sin que apenas percibamos el tránsito entre un ámbito y otro, garantizando así la cohesión final del espacio de trabajo resultante. Planteamos la intervención intentando dibujar sin levantar el lápiz del papel, definiendo un espacio continuo que desde las oficinas originales va serpenteando por el interior de la manzana, atravesando patios, internándose en la densidad edificada, ahuecándose cuando es preciso y asomándose al adarve existente hasta alcanzar la cubierta.