24 Viviendas sociales adaptables
Arquitectos
Sol89. María González y Juanjo López de la Cruz
Colaboradores
Miguel Rabán y Jongjin Lee
Cliente
VIMCORSA Viviendas Municipales de Córdoba

ADAPTABILIDAD VITAL DEL TIPO. EL TIEMPO EN LA CASA.
Si asumimos que la estructura familiar va cambiando en el tiempo de ocupación de una vivienda, concluiríamos que sería deseable una casa flexible, adaptable a las circunstancias del devenir vital, que permitiera adecuarla a un programa inevitablemente cambiante al que no siempre responde bien el tipo convencional de salón y tres dormitorios. Por adaptabilidad no entendemos una distribución móvil instantánea, mecanismo que se nos antoja enrevesado e incómodo en los quehaceres diarios, sino la posibilidad de que la vivienda cambie con los años al igual que cambia la vida de sus moradores. Aspiramos a que las inevitables limitaciones dimensionales de la vivienda social se vean compensadas con una mayor adaptabilidad que permita a la vivienda existir a la medida de sus habitantes, de cambiar como cambian ellos y de asumir desde el proyecto que el tiempo también construye y determina la vida y la arquitectura. Desde la situación de pareja o único individuo que accede a la vivienda aún sin hijos y que podría preferir un estar más grande a costa de un dormitorio, a la posibilidad de vincular el tercer dormitorio al salón-estar como espacio de trabajo, pasando por la configuración de pareja y dos hijos a la que parece atender la Normativa, a situaciones posteriores en la que alguno de los hijos abandona el hogar y de nuevo se prescinde de uno de los dormitorios; o momentos ulteriores en los que los habitantes, de mayor edad ya, requieren de espacio donde poder guardar los enseres acumulados durante toda una vida o mantener un dormitorio para la visita de un nieto, pasando por situaciones intermedias, quizá temporales, como vivienda para una persona que vive sola y prefiere un espacio diáfano o un grupo de individuos que comparten un ámbito mayor de trabajo. Todas ellas son situaciones que reconocemos en el devenir vital y que una vivienda contemporánea, aún con las limitaciones de la vivienda social, debería poder asumir para evitar su obsolescencia con el paso del tiempo.